Bien cerquita de ahí (Talcahuano nº 953), está el Restaurante Norte, donde almorzó todos los días, entablando una estrecha amistad con Rubén, garzón profesional, que la llamaba cariñosamente “¡Che Pisco Sour!”, recorriéndola de arriba a abajo y de abajo a arriba, cada vez que ella entraba al local. Deyanira se derretía con su mirada penetrante y su apasionada conversación. Entre otras cosas, Rubén le enseñó que en su país a las escalopas se les llama milanesas y que estas quedan mucho más ricas si uno las rocía con un chorrito de limón antes de servírselas.
5.6.10
Milanesa, Blondor, testosterona, (II)
Bien cerquita de ahí (Talcahuano nº 953), está el Restaurante Norte, donde almorzó todos los días, entablando una estrecha amistad con Rubén, garzón profesional, que la llamaba cariñosamente “¡Che Pisco Sour!”, recorriéndola de arriba a abajo y de abajo a arriba, cada vez que ella entraba al local. Deyanira se derretía con su mirada penetrante y su apasionada conversación. Entre otras cosas, Rubén le enseñó que en su país a las escalopas se les llama milanesas y que estas quedan mucho más ricas si uno las rocía con un chorrito de limón antes de servírselas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Deyanira!!!!!!....Tanto tiempo sin nada saber de ti......realmente me hacias falta.....malditos che s....te retenian con sus milanesas, cafe s y librerias hasta tarde...con su aire de pais desarrollado con bife y fernet, con tango y Peron, derramando una lagrima por Gustavo y Eva.
Grande Deyanira sos linda y grande
Publicar un comentario