10.2.10

Brillar es vital

La vida de Deyanira cambió cuando leyó en el Reader’s Digest un artículo que decía: “la conversación entre el varón atractivo y la dama buena moza está acompañada de una vibra única que no se da en ninguna otra”.
Deyanira, al comienzo, se entristeció al pensar que ella no generaba esa energía que mencionaba el experto. Pero al rato, se le iluminó la mirada. Se propuso cambiar. Usar toda su inventiva para brillar siempre y en cada minuto y lograr que cada vez que ese varón atractivo le dirigiera la palabra, aquella vibra única fuera tan intensa que nadie podría no notarla.
Lo primero que hizo fue hacerse la base. Mientras esperaba que los químicos hicieran su efecto bajo el casco secador de la peluquería, se devoró el libro “La joven y sus problemas” del Dr. Haroldo Shryock. Sus tres capítulos preferidos -de los que tomó varios apuntes- fueron: "Secretos relativos a los varones"; "No sea que lo lamentes" y "¿Quién paga las cuentas?".
Sin embargo, despreció absolutamente el apartado referido al autoplacer femenino, donde el especialista menciona: "Un factor importante que contribuye a mantenerse libre del hábito consiste en evitar las lecturas, la conversación y las fantasías que se refieran a asuntos sexuales."
"Eso jamás", se dijo con convicción, mientras saludaba a su nuevo yo en el espejo.