31.1.10

Corazón de sandía calá

En la verdulería de la esquina a Deyanira le calan las sandías. Y a Deyanira no más. A nadie más.
El verdulero trabajó toda su vida cortando sandías en Hospital. Era lo que mejor pagaban, pero aún así, pagaban mal.
Por eso, mejor se vino a Santiago a venderlas.
Se tiñe el pelo y el bigote bien oscuro y se planta, con una cadena de oro al cuello, a dar gala de sus conocimientos.
“Yo calo sandías con la vista, mijita. Nunca le hierro. Esta mañana de las veinte que me entregaron en la vega, yo sabía de sólo verlas que había dos malas. No me creyeron. Igual las pagué pero, antes de subirme al camión, las tiré la dos al suelo delante de todos. Estaban todas blancas por dentro” le contó a Deyanira mientras le miraba el escote y hundía despacito su cuchillo en la cáscara verde.
A ella le encanta esa parte, cuando la hoja filuda se mete hasta el centro más dulce y más rojo.
Tres cortes y al sandillero le brillan los ojos cuando Deyanira le pega la mascada jugosa a pedazo calado.

20.1.10

Momentos...

…en los que Deyanira siente una honda y extraña pena y no sabe por qué:
1.Después de comer mucho y rico.
2.Cuando ve a un gato perseguirse la cola.
3.Cuando una persona se cae en la calle.
4.Cuando pasa a llevar a alguien en el transporte público, se apronta a pedir disculpas y antes de abrir la boca, resulta que la persona que recibió el empujón le pide perdón a ella, la agresora.
5.Al descubrir que ha sido picada por una pulga.

…que ama
1.Cuando va al doctor y este le examina la garganta masajeando su cuello con sus manos suaves y sabias y luego le dice: Señorita Deyanira, diga treinta y tres.
2.Cuando un hombre le abrocha los zapatos.
3.Cuando cae en trance con la melodía de los afiladores de cuchillos.

…que le desagradan profundamente
1.Cuando cualquier mujer se le acerca con cara de anunciarle una desgracia y le dice lo suficientemente fuerte para que se enteren todos los demás: ¡linda, se te fue un punto de la media!
2.Cuando hombres hacen llorar a mujeres en parques públicos.

11.1.10

Termo

Deyanira guarda en un cajón de la cocina, los consejos de Chispita que una vez salieron con la cuenta de la luz. Ahí dice que en vez de abusar de los hervidores eléctricos, es mejor utilizar la clásica tetera y guardar el agua caliente en un termo grande. Se ahorra plata y energía, decía el consejo de Chispita y a Deyanira le da resultado.