16.12.09

Vestido de hilo

Durante todo el invierno Deyanira tejió. Tejió para su verano.
Hace tiempo compró en San Diego una revista "Punto" del año 1985. A penas vio en la portada a esa rubia y crespa natural con ese insinuante vestido de hilo, Deyanira supo que así es como ella quería verse. Lo demás fue sudor y lágrimas. A Deyanira nadie le había enseñado a tejer. Pero, como siempre, sacó adelante el objetivo. A mediados de diciembre cerró el último punto. Era una obra de arte a rayas rosadas y blancas. Tal como ella se lo imaginó, la pretina, que le daba un aire de polerón, le llegaba justo una cuarta sobre la rodilla. Tanto éxito tiene su modelito, que a penas empiecen los primeros fríos, volverá a sacar los palillos.

5.12.09

No controles, mis sentidos, no controles mis vestidos

Cuando escuchaba esta canción, Deyanira pensaba que era una mujer que le cantaba a un tipo que se llamaba “Controles”. Se imaginaba que la mujer que cantaba estaba en medio de un forcejeo amoroso con este “Controles” y por eso le decía: “ ¡No, Controles, mis vestidos! ” (o sea, ¡No Controles, no me saques el vestido!) y también “No, Controles, mis sentidos” (o sea ¡No sigas, Controles, que voy a perder el sentido!).