Su sabiduría pregoogliana es lo que todos añoramos.
El calado de sus poleras de hilo, el set de sombras Arens y los polvos Angel Face sobre su biselado tocador.
Ella, orgullosa, luciendo la base de peluquería de pueblo que la dejó igualita a Carlos Caszely.
Y más rica se ve y más dulce huele.
Lo que escucha, cocina, viste y cómo lo hace para que todo en ella sea bueno, bonito y barato. Qué hacer para ser como ella. Todo eso y mucho más encontrará usted en las siguientes páginas.